SALSA DE TOMATE

Dicen que en épocas de crisis, la gente tiende a volver a la cocina tradicional de cuchara y puchero y que nos alejamos de comprar los alimentos precocinados.

Afortunadamente a mí nunca me ha hecho falta una crisis económica para comer bien, y es que cuando en tu casa siempre se ha hecho la salsa de tomate en lugar de comprarla, cualquier salsa que venga en un frasco de un súpermercado no te sabe igual.

Pero además de estar en tiempos de crisis, también vivimos el tiempo de las prisas, así que tuve que transformar la receta casera hecha con tomates maduros recogidos del huerto en la que se escaldaban para luego freírlos y pasarlos por el pasapuré, en otra bastante más sencilla de la que no nos queda otra que tirar de lata. Pero aún así, creo que siempre será más rica que la que venden ya hecha.

Y además es fácil y económica. Qué más se puede pedir?

INGREDIENTES:

* 1 cebolla
* 2 dientes de ajo
* 1 pimiento verde
* 1 lata de tomate natural triturado (o sin triturar, tomates enteros)
* Aceite de oliva
* Azúcar
* Sal

ELABORACIÓN:

Ponemos en un cazo un chorrito de aceite. Mientras tanto, picamos muy finito el ajo, la cebolla y el pimiento y los ponemos a pochar.



Una vez que estén pochaditos, añadir el contenido de una lata grande de tomate triturado. Mejor aún sería que los tomates estuvieran enteros o en trozos, ya que la textura después no tendrá nada que ver puesto que al final se pasaría por el pasapuré y para mi gusto es mucho más rico, pero para hacerlo rápido, que sea ya triturado.

Añadir la misma cantidad de sal que de azúcar. Eso ya se deja a gusto del consumidor, yo voy añadiendo y mientras voy probando. De todos modos, al final se puede rectificar.

Dejar que el tomate se vaya haciendo por lo menos durante 40 minutos. Eso hará que el agua se evapore y solo quede la pulpa, la pasta del tomate, con lo cual la cantidad debe reducir considerablemente (en las fotos, el antes y el después).





Es importante remover de vez en cuando, ya que la parte que está en contacto con el fondo y las paredes de la cazuela evaporará antes su agua y se concentrará la pulpa, mientras que en la superficie se quedará más líquido.

Esta salsa se puede congelar para ser usada posteriormente.