Hoy estoy vaga y como no me he querido liar con platos complicados he rebuscado por el congelador a ver qué encontraba, y mira por dónde ha aparecido un paquete de almejas vietnamitas congeladas que compré en Mercadona hace unas semanas. Ya se que para esto es mejor la almeja fresca y todo eso, pero cada uno hace lo que puede con lo que tiene por casa, y en mi caso he decidido hacer un plato típicamente español con almejas orientales, y bien ricas que han salido. Para ello se necesita...
INGREDIENTES:
- Almejas (frescas o como en mi caso, congeladas)
- Cebolla
- Ajo
- Peregil
- Pan rallado
- Harina de maíz
- Aceite
- Sal
ELABORACIÓN:
Como mis almejas eran congeladas y venían envasadas al vacío, no sabía muy bien cómo usarlas, así que he optado por dejarlas descongelar a temperatura ambiente. Al abrir el paquete y entrarles aire se han abierto solas. Luego he leído que venían ya escaldadas, vamos, que no las congelan en vivo, cosa que me alegra porque al abrirse solitas ya venían limpias, sin tierra ni ná. Las he puesto en agua salada para que fueran cogiendo la sal y soltando al agua la sustancia de la almeja.
Picar la cebolla muy finita y el ajo y pocharlos en una cazuela con aceite. Cuando esté bien pochada, añadir un puñadito de pan rallado y dejar que se cocine un poco. Agregar parte del agua en la que se han tenido las almejas, y las almejas en sí dejando que se cocine todo. Si la salsa está quedando demasiado ligera, diluir una cucharadita de harina de maíz en un poquito de agua y añadir a la salsa. Probar y rectificar de sal y dejar que se hagan las almejas y que engorde la salsa.
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